Implementamos metodologías activas combinando el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), el aprendizaje cooperativo (AC) y la colaboración escolar con otros centros educativos europeos (mediante los proyectos eTwinning).
Cuando hablamos de metodología "activa" y "participativa" nos referimos a que sean los propios alumnos los que tomen decisiones porque participar no es solo "estar invitado". Participar es decidir, reflexionar y proponer, debatir, consensuar, plantear, opinar, gestionar...
Los alumnos deben dejar de ser meros receptores de información y convertirse en creadores de conocimiento. El papel del profesor cambia y se convierte en un facilitador, un guía y un creador de contextos de aprendizaje.
Este no es un proyecto sencillo. Abarca múltiples actividades interrelacionadas por un objetivo común e implica diversas estrategias metodológicas. Pero todas las tareas, todos esos pequeños proyectos integrados en este gran proyecto que es "Cada persona puede marcar la diferencia" tienen en cuenta tres aspectos esenciales: la información, la empatía y la acción.
En primer lugar, es necesario profundizar en el conocimiento de los hechos históricos, la información, la definición de conceptos y términos que clarifiquen las nociones, a veces confusas y contradictoria que tienen nuestros alumnos. Tanto en referencia a qué es y qué no es "acoso escolar", incluso qué es y qué no es "violencia", como en qué sucedió en el Holocausto o qué situación siguen viviendo las miles de personas que huyen de la violencia e intentan rehacer sus vidas lejos de sus hogares. En todos los casos, la primera tarea es definir con claridad los conceptos, el vocabulario e las ideas primarias.
En segundo lugar, la empatía. No nos interesan, por ejemplo, las frías cifras, los números de fallecidos y deportados o desaparecidos o el número de mujeres asesinadas por sus parejas o el número de casos de acoso escolar que vemos en los medios de comunicación.Queremos acercarnos a las historias humanas que se esconden detrás: los hombres y mujeres, y sobre todo, los niños y niñas que sufren esas historias: esa terrible historia que fue el Holocausto donde perdieron la vida un millón y medio de niños o ese calvario diario que supone el acoso escolar o ese infierno que es, en ocasiones, la convivencia familiar. Pondremos cara, nombre y apellidos, a esas cifras y datos.
Y finalmente terminaremos con la acción: se trata de movilizar a los alumnos y alumnas; ya sea para conmemorar o recordar el Holocausto o para participar activamente en defensa de sus derechos. Por un lado, elaborando diferentes productos (en forma de murales, poemas, redacciones, cartas, vídeos, dibujos o pinturas, textos, dramatizaciones teatrales,...) y por otro, participando en eventos relacionados con la Memoria el día 27 de enero, el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto y Prevención de los Crímenes contra la Humanidad o en actos institucionales en la celebración del Día de los Derechos del Niño.
La metodología será activa, de manera que sean los alumnos/as los que expresen sus ideas, sentimientos y emociones y que tras la finalizar la Secuencia Didáctica elaboren materiales propios, en diversos formatos. Comprenderá diversas tareas desde la búsqueda de información, de investigación, de reflexión individual y grupal, de debate y puesta en común…
En en aula no utilizamos un libro de texto igual para todos los alumnos, en ninguna materia escolar. Mediante el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), como los que aquí relatamos logramos trabajar todas las competencias clave y desarrollar el currículo completamente.
En el aula aplicamos técnicas de aprendizaje cooperativo (AC). Ya el curso pasado iniciamos a los alumnos en estas estrategias de aprendizaje logrando una cohesión grupal que va a facilitar la puesta en práctica, este curso, de técnicas más complejas y alcanzar un grado mayor de eficacia.
Trabajamos en grupos de 4-5 alumnos/as agrupados con diversos criterios, siendo el más destacable la heterogeneidad: sexo, procedencia, competencia curricular y, especialmente, la ayuda (tanto la necesidad como la facilidad de prestarla). En el aula podemos y debemos aprovechar el potencial metodológico que tiene el trabajo entre iguales.
Cada grupo se organiza mediante roles previamente consensuados: coordinador, portavoz, secretario y responsable de material. Además, se establecen en el aula normas de funcionamiento para lograr un aprendizaje funcional y una comunicación fluida (ver imágenes)
Junto a el ABP y el AC, optamos por la colaboración escolar como otra estrategia metodológica de gran valor. Para ello, participamos (desde hace ya 14 años) en los proyectos de colaboración escolar europea eTwinning.
Cuando hablamos de metodología "activa" y "participativa" nos referimos a que sean los propios alumnos los que tomen decisiones porque participar no es solo "estar invitado". Participar es decidir, reflexionar y proponer, debatir, consensuar, plantear, opinar, gestionar...
Los alumnos deben dejar de ser meros receptores de información y convertirse en creadores de conocimiento. El papel del profesor cambia y se convierte en un facilitador, un guía y un creador de contextos de aprendizaje.
Este no es un proyecto sencillo. Abarca múltiples actividades interrelacionadas por un objetivo común e implica diversas estrategias metodológicas. Pero todas las tareas, todos esos pequeños proyectos integrados en este gran proyecto que es "Cada persona puede marcar la diferencia" tienen en cuenta tres aspectos esenciales: la información, la empatía y la acción.
En primer lugar, es necesario profundizar en el conocimiento de los hechos históricos, la información, la definición de conceptos y términos que clarifiquen las nociones, a veces confusas y contradictoria que tienen nuestros alumnos. Tanto en referencia a qué es y qué no es "acoso escolar", incluso qué es y qué no es "violencia", como en qué sucedió en el Holocausto o qué situación siguen viviendo las miles de personas que huyen de la violencia e intentan rehacer sus vidas lejos de sus hogares. En todos los casos, la primera tarea es definir con claridad los conceptos, el vocabulario e las ideas primarias.
En segundo lugar, la empatía. No nos interesan, por ejemplo, las frías cifras, los números de fallecidos y deportados o desaparecidos o el número de mujeres asesinadas por sus parejas o el número de casos de acoso escolar que vemos en los medios de comunicación.Queremos acercarnos a las historias humanas que se esconden detrás: los hombres y mujeres, y sobre todo, los niños y niñas que sufren esas historias: esa terrible historia que fue el Holocausto donde perdieron la vida un millón y medio de niños o ese calvario diario que supone el acoso escolar o ese infierno que es, en ocasiones, la convivencia familiar. Pondremos cara, nombre y apellidos, a esas cifras y datos.
Y finalmente terminaremos con la acción: se trata de movilizar a los alumnos y alumnas; ya sea para conmemorar o recordar el Holocausto o para participar activamente en defensa de sus derechos. Por un lado, elaborando diferentes productos (en forma de murales, poemas, redacciones, cartas, vídeos, dibujos o pinturas, textos, dramatizaciones teatrales,...) y por otro, participando en eventos relacionados con la Memoria el día 27 de enero, el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto y Prevención de los Crímenes contra la Humanidad o en actos institucionales en la celebración del Día de los Derechos del Niño.
La metodología será activa, de manera que sean los alumnos/as los que expresen sus ideas, sentimientos y emociones y que tras la finalizar la Secuencia Didáctica elaboren materiales propios, en diversos formatos. Comprenderá diversas tareas desde la búsqueda de información, de investigación, de reflexión individual y grupal, de debate y puesta en común…
En en aula no utilizamos un libro de texto igual para todos los alumnos, en ninguna materia escolar. Mediante el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), como los que aquí relatamos logramos trabajar todas las competencias clave y desarrollar el currículo completamente.
En el aula aplicamos técnicas de aprendizaje cooperativo (AC). Ya el curso pasado iniciamos a los alumnos en estas estrategias de aprendizaje logrando una cohesión grupal que va a facilitar la puesta en práctica, este curso, de técnicas más complejas y alcanzar un grado mayor de eficacia.
Trabajamos en grupos de 4-5 alumnos/as agrupados con diversos criterios, siendo el más destacable la heterogeneidad: sexo, procedencia, competencia curricular y, especialmente, la ayuda (tanto la necesidad como la facilidad de prestarla). En el aula podemos y debemos aprovechar el potencial metodológico que tiene el trabajo entre iguales.
Cada grupo se organiza mediante roles previamente consensuados: coordinador, portavoz, secretario y responsable de material. Además, se establecen en el aula normas de funcionamiento para lograr un aprendizaje funcional y una comunicación fluida (ver imágenes)
Junto a el ABP y el AC, optamos por la colaboración escolar como otra estrategia metodológica de gran valor. Para ello, participamos (desde hace ya 14 años) en los proyectos de colaboración escolar europea eTwinning.